El calentamiento global está afectando diversas zonas del planeta. Una de ellas es Alaska que según estudios recientes está presentando cambios radicales en su ecosistema, derritiendo los suelos que antes permanecían congelados todo el año, provocando la proliferación de insectos depredadores de madera y el aumento de los incendios forestales, todo lo cual está disminuyendo las zonas cubiertas por hielo.
En las últimas cinco décadas, esta zona del hemisferio norte ha experimentado un aumento de dos a tres grados de temperatura, lo cual se ha hecho más pronunciado en invierno y primavera.
De acuerdo a algunos científicos estos cambios se deben, principalmente, al efecto invernadero, generado por la emisión de gases como el dióxido de carbono provocado por la acción humana.
En Neofronteras leo que entre los indicadores de este cambio en Alaska se encuentra "el aumento de una plaga de escarabajos que ha cubierto miles de hectáreas de bosque en la parte central y sur de esta región, debido a que los inviernos más suaves no rebajan la población de este insecto. Además los bosques de esta región infectados por estos insectos sufren de gran estrés y terminan estando muy secos, haciendo de ellos más susceptibles de sufrir incendios".
Por otra parte, el permafrost, que es el suelo que permanece congelado todo el año, se está derritiendo, transformándose en un suelo blando y esponjoso, lo cual está trayendo diversos problemas para los pueblos y la red de caminos que se encuentran en esta región, ya que se están hundiendo.
Para estudiar este fenómeno, la NASA ha ofrecido dos imágenes satelitales de esta región, una del año 1979 y otra de la actualidad. Si uno compara ambas fotos, se pueden apreciar las diferencias de las áreas cubiertas por el hielo y cómo éstas han disminuido en los últimos 25 años, especialmente en la zona fronteriza entre Alaska y Siberia. El área derretida equivale al doble del área del Estado de Texas, es decir, unos 128 millones de hectáreas.
En Neofronteras se señala que si se sigue a este ritmo, en pocos años el océano glacial ártico será navegable, por lo que todos estos datos "parecen confirmar lo que los modelos computacionales, basados en la emisión de gases de efecto invernadero, predicen".
Con el calentamiento de las regiones polares, debido a que la atmósfera de estas zonas acumulan con mayor facilidad gases de efecto invernadero, los hielos no flotantes y glaciares contribuirán al aumento del nivel de los océanos al derretirse, amenazando con ello las costas de todo el mundo.
