2011/05/04

La megadestrucción de Chile





El proyecto más inverosímilmente devastador acecha Chile en casi su total extensión, un proyecto avasallador, tanto más que el terremoto que aún tiene a 130 mil familias sin casa. Un proyecto de enajenación, comparable a la colonización, en donde el robo, la esclavitud y matanza de pueblos pacíficos era el pan de cada día.

Un proyecto de megadestrucción comparable a cientos de bombas atómicas.



Este proyecto devastará desde el desierto a la patagonia. Empobrecerá a pueblos y los convertirá en esclavos modernos. Esto y además del daño a un entorno patrio que ha sido invulnerado en miles de años, y que es la herencia grandiosa y generosa de los pueblos de sabiduría enorme que nos predecedieron. Nos empobrecerá porque nos robarán y nos explotarán, nos envenenarán, y nos enajenarán de recursos fundamentales, como el agua.

Más fundamental aún para nuestras gentes que viven en un entorno desértico y que han vivido de sus cultivos siglos tras siglos. Pero no menos fundamental para los patagónicos que deben pedir permiso a Endesa España para usar ríos que han pasado frente a sus tierras y animales toda la vida.

A nuestras espaldas nos han vendido a todos junto a nuestro suelo. Y nos sacarán provecho. Y el fruto de nuestra devastación se irá a enriquecer a una oligarquía extranjera y a la nuestra, con la connivencia, participación y usufructo de nuestra clase política, que ha sellado un pacto de colaboración total. Pacto sellado en nuestra constitución política que lleva las firmas de Pinochet y Lagos. El proyecto Pinochet es el mismo proyecto del bipartidismo que lo ha sucedido, bipartidismo impuesto a imagen y semejanza del imperio estadounidense. El proyecto es enajenarnos de todo recurso natural, y de todo bien primario. Es así que los bosques de la araucanía han sido convertidos a astillas, y sus legítimos dueños hacinados y encarcelados. Las salmoneras noruegas en el sur no respetan normas ambientales que en su país cumplen hace 30 años.

 Y ahora vienen por todo el resto... Toda la riqueza mineral que esta bajo el gigante andino en toda su magnitud. Ya está autorizado por los gobiernos sucesivos de Chile y Argentina, Frei, Menen, Kirchner y Bachelet ya han dado curso a un tratado binacional que permite a las mineras extranjeras socavar todo los Andes para extraer minerales. Será un  estado propio para las trasnacionales, pues escapa a toda jurisdicción de nuestros países. Ya han construido un túnel de lado a lado para dicha operación. Y prontamente comenzarán a dinamitar a destajo.
Como necesitan una electricidad descomunal construirán la termoeléctrica más grande de sudamérica la que alimentarán con carbón extraído  del extremo sur socavando y destruyendo la isla Riesco y también pretenden arrasar 2 mil km de bosque nativo para traerla desde la patagonia, con el proyecto hidroeléctrico llamado Hidroaysén.

Este megaproyecto de megadestrucción no beneficiará en nada a los pobladores de Chile o Argentina sino sólo a su clase política. Y por supuesto a las trasnacionales. Entre cuyos directivos encuentras a mercenarios de la guerra, de la calaña de G. Bush. A ambos lados de la cordillera los trabajadores han denunciado sueldos de hambre que la minera Barrick Gold da a sus empleados sudamericanos.
 El proyecto Pascua Lama es su proyecto estrella, pues la veta de oro que explotarán es increíble y sus utilidades sólo oficiales son sobre los 20 mil millones de dólares. Y como necesitan agua, la extraerán de la que riega los valles, valles que son verdaderos oasis en el desierto y que por siglos albergan a decenas de miles de personas que viven de actividades asociadas al cultivo. Sin contar con la contaminación con los venenosos arsénico y mercurio de sus cauces, producto de los procesos de depuración minera. Los precarios trabajos que darán a unos cientos no nos compensará de este daño irreversible. Además, como es de público conocimiento, las trasnacionales pueden llevarse el mineral, sin pagar casi impuestos, este megasaqueo se debe al pacto político y económico, del que somos parte negociada no negociadora, que esta vigente desde la dictadura.

 La megadestrucción de Chile vive días claves, aún estamos a tiempo de impedirla, si frenamos Pascua Lama se dará un gran paso para frenar los proyectos eléctricos. Y viceverza. Sólo la megarrebelión de nuestro pueblo podrá impedir que nos conviertan nuevamente en la imagen de aquellos aborígenes que daban el oro a cambio de baratijas, que eran esclavizados y robados a cambio de casi nada. Que recibían a sus opresores con una sonrisa. La clave de la resistencia está en nuestra tierra. En el único pueblo que no pudo ser sometido al imperio español y que pervive en nuestra propia sangre, donde habitan los dioses andinos y la furia que nos hará libres.



Pueblo de Chile es la hora de la rebeldía!



Manuel Meulén





http://www.trincherasur.info